Cuando salió la X-T100 parecía prometedora, pero su desempeño algo lento y el sistema de AF, entre otras cosas, resultaron en una leve desilusión. El nuevo modelo X-T200 resuelve esos aspectos e incluso avanza en otros.

El sensor APS-C de 24MP con filtro de Bayer utiliza conexiones de cobre en lugar de aluminio. Esto permite una lectura 3.5 veces más rápida y disminuye el rolling shutter en modo video o al usar el disparador electrónico. También aumenta el valor de ISO máximo a 25.600.

El sistema de AF es como el de la X-A7: tiene 425 puntos de detección de fase y, según Fuji, está a la altura del de la X-T3 actualizada, especialmente en la detección de ojos y rostro. El disparo en ráfaga pasó de 6fps (con AF) a 8fps, aunque el buffer se llena rápido. Luego de 16 disparos la cámara se vuelve lenta y no responde hasta que libera el espacio.

La pantalla trasera es otro destacado: una LCD completamente articulada y táctil con una resolución de 2.76 millones de puntos, 3.5’’ –8,9 cm– y muy brillante. La interfase de usuario es buena e incluye un menú personalizable.

En relación al modo video hay muchas mejoras. Se pasa de los 4K/15p en la X-T100 a los 4K/30p obtenidos de la totalidad del sensor en la X-T200. El límite de toma es de 15’, probablemente para evitar un sobrecalentamiento. Además, podemos grabar en Full HD/60p y 50p y con un modo rápido de 120 fps. Hay entrada para micrófono y auriculares. Se incluyeron varias herramientas –por ejemplo, de audio–, un gimbal digital (que no es igual a la estabilización convencional), un modo HDR y un posible recorte de encuadre en cámara.

A nivel ergonómico es más liviana, se mejoró el grip aumentando su tamaño y la zona donde se agarra el pulgar. Desapareció el pad direccional, pero se agregó un joystick. El visor electrónico es un OLED de 2.36M de puntos igual que en la X-T100 y similar a equipos de la competencia. Sigue presente un flash incorporado y la posibilidad de conectar otros externos.


También puede interesarte: