Cristian Wellcomme habla de su experiencia haciendo fotos por videollamada para una campaña comercial.

Con la implementación de la cuarentena en diversas ciudades del mundo, muchos trabajos pasaron a la modalidad de teletrabajo o trabajo a distancia, algo que parecía totalmente impensado para el quehacer fotográfico. Sin embargo, de la necesidad de los fotógrafos de seguir produciendo y de las marcas de tener contenido, surgió esta nueva tendencia: las sesiones fotográficas a través de las videollamadas. 

En Argentina, tuvieron mucha repercusión las imágenes publicadas por el diseñador de calzado Ricky Sarkany en su Instagram. Estaban hechas a la distancia por el fotógrafo de modas Cristian Welcomme.

1.¿Cómo surgió la idea de hacer esta primera sesión a la distancia?

Cristian Welcomme: Yo había visto un par de trabajos que habían hecho al principio de la pandemia un fotógrafo italiano y otro de la revista i-D, como que ya había un par de cositas en Instagram. A la vez me llamaron de Ricky Sarkany, ellos siempre necesitan mucho contenido, mueven mucho su Instagram. Me preguntaron si se podían hacer sesiones a distancia, que querían ver una opción… Empecé a investigar y les propuse hacerlas por Facetime.

El fotógrafo italiano al que hace referencia Welcomme es Alessio Albi, que fue noticia por ser el primero que realizó una producción de modas aprovechando las últimas tecnologías y un poco de ingenio.  Vestida con un top naranja y posando en la azotea de su casa con luz natural, Albi retrató a la modelo Alice Pagani por videollamada y luego subió a Instagram las imágenes del proceso. “Yo y Alice confinados y separados por doscientos kilómetros, acabamos de hacer una sesión de fotos espontánea a través de la cámara del ordenador portátil. El distanciamiento social no significa dejar de crear”, posteó junto a la imagen.

A partir de entonces, pasó a ser el ejemplo para marcas y fotógrafos alrededor del mundo. Gigantes de la moda como Zara o Vogue Italia decidieron hacer lo mismo: juntar fotógrafos con modelos a la distancia.  

2.¿Cómo se llevó a cabo la sesión para Sarkany desde el lado técnico?

CW: El Facetime tiene una opción, como un botoncito que, cuando uno hace una video llamada, se activa. Por más que el teléfono que tenga la otra persona a distancia sea el último iPhone con un montón de opciones, igual termina siendo una captura de pantalla. Tenés que tener muchísima luz ambiente porque no podés usar ningún flash, ni el flash del teléfono. 

Por esto mismo, hablé un día antes con la modelo. Vimos los cambios, el estilismo y me mostró su casa. Me fijé dónde había más luz natural. Eso suma muchísimo a la calidad. Porque un teléfono mide y dice “acá hay poca luz”, y listo; levanta grano, levanta ruido, pierde calidad. La foto la saca igual, pero no está tan buena. 

Después de ver la locación y los cambios, arreglamos para el otro día y ahí arrancamos con las fotos. El teléfono estuvo puesto en un trípode y yo la dirigí. Le dije: subí, bajá; la altura del trípode, picado, contrapicado; acércate más a cámara, y ahí es donde hago toda la dirección. La persona pone el trípode donde yo le digo y voy buscando el ángulo de toma.

Fotos por videollamada_Contrastes
Fotos por videollamada_Contrastes
Fotos por videollamada_Contrastes
Fotos por videollamada_Contrastes

3.¿Quedaste conforme con el resultado y la calidad de la imagen?

CW: Dentro de todas las limitaciones, me quede conforme. No podés elegir la profundidad de campo, diafragmas; no estás ahí, te cuesta más sentir la energía de la otra persona, la sonrisa, un chiste, la complicidad. Tenés que ir probando, porque también tiene que haber un tiempo y una paciencia con respecto a la optimización del uso del trípode, eso desgasta un poco. 

Claro, es algo nuevo, pero nunca va a reemplazar el vivo, el mano a mano. Pero para estas situaciones que nos tenemos que cuidar, y para que las marcas tengan contenido, para algo digital como Instagram, funciona. Pero extraño estar en el lugar…

4.¿Le encontraste alguna ventaja a la sesión de fotos por videollamada? 

CW: Me sentí cómodo utilizando esta modalidad, pero después de haber hecho diez, ya dije okey, no sé si está tan bueno. Pero para las marcas y para rebuscarse mientras tanto y tomarlo como un experimento artístico, funciona. La ventaja es que estás en tu casa, la única que le puedo encontrar. Y que la podés utilizar con cualquier persona, en cualquier parte del mundo. Con Sarkany queríamos mostrar que esto era verdad, que era a distancia, entonces hicimos una modelo en Nueva York, otra en Miami y la tercera en España, y así dejamos claro que no era presencial. 

5.¿Ves este tipo de imágenes por videollamada como una alternativa para fotos comerciales?

CW: Sí, no sé si va a ser la más elegida, pero va a estar. Supongo que con el tiempo se podrán manejar mil cosas a nivel técnico. Por ejemplo, manejar a remoto la cámara que tiene la modelo. Lo mismo con el trípode, el punto de vista, la luz, todas esas cosas tendríamos que poder manejarlas a distancia.

Otra opción que vi y me gustó es una serie en la revista Vanity Fair con fotos hechas a través de un dron y guardando la distancia social. Creo que eso es una próxima cosa que voy a probar.