Hasta el 10 de septiembre, en el Museo Thyssen Málaga se podrá la obra de Horacio Coppola y Grete Stern, representantes de la vanguardia de la fotografía argentina de los años treinta y cuarenta.

La muestra Fervor de Buenos Aires, cuyo título toma prestado del primer poemario de Jorge Luis Borges, es la traducción al lenguaje fotográfico del amor de Horacio Coppola por la capital porteña. A través de un exuberante conjunto de instantáneas procedente de la Colección Telefónica —un total de ciento veinticinco fotografías—, la exposición aborda la producción más destacada del considerado como fotógrafo de Buenos Aires por excelencia.

La obra de Horacio Coppola revela una temprana vocación por la geometría y por la abstracción, como se puede apreciar en sus fotografías de finales de los años veinte, las primeras de la exposición, de marcado carácter vanguardista y en sintonía con las corrientes de la Nueva Visión. Su paso por la Bauhaus de Berlín, en 1932 y 1933, terminó de sincronizar su mirada con las corrientes artísticas internacionales más avanzadas.

Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes

La principal creación de Coppola, «Buenos Aires 1936. Visión fotográfica», editada en forma de fotolibro, obedeció a un encargo municipal: la celebración del cuarto centenario de la fundación de la ciudad. Con aquel proyecto superó la tradicional representación de Buenos Aires, el testimonio de la ciudad real, para concebir un imaginario verdaderamente moderno y personal. Sus paisajes urbanos, referenciales por la variedad de enfoques propuestos, representan la ciudad en su totalidad, y trazan un recorrido que nos conduce indistintamente del centro al extrarradio, e incluso más allá de los límites de la urbe. En esas fotografías el gran personaje es, sin duda, la metrópoli. Coppola captura el diseño original en cuadrícula de Buenos Aires y el vértigo contemporáneo de la ciudad vertical y las multitudes. Con sus cartografías urbanas nos sumergimos en una ciudad dinámica y cosmopolita, donde se combinan la luz natural y la de los neones.

Otra de las grandes iniciativas desarrolladas durante la conmemoración de 1936 fue la construcción del obelisco y el ensanche de la calle Corrientes, convertida en una de las avenidas emblemáticas de la ciudad. Absolutamente fascinado por el ritmo vertiginoso y moderno que el obelisco representaba, Horacio Coppola, fundador en 1929 del primer cine club de Buenos Aires, realizó también una obra maestra de las artes visuales experimentales, la película Así nació el obelisco. El vínculo de la mirada moderna con la arquitectura y la ciudad marcó la carrera de algunos colosos de la fotografía y del cine modernos: el París de Atget, Brassaï, Krull y Kertész; Berlín: sinfonía de una gran ciudad (1927), de Walther Rutmann; la Nueva York de Stieglitz, Abbot y Strand, y, finalmente, el Buenos Aires de Horacio Coppola.

Grete Stern, reveladora de sueños

El Buenos Aires de Horacio Coppola fue también el de la fotógrafa alemana Grete Stern. Exiliada en la ciudad desde 1935, en que se casó con Coppola, y hasta su fallecimiento, Stern (1904-1999) llevó a Argentina una práctica fotográfica inédita e innovadora, aprendida en el estudio de Walter Peterhans y en la Bauhaus, en Berlín, a finales de los años veinte, en un momento fundacional de la fotografía de vanguardia.

Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes
Horacio Coppola y Grete Stern en el Museo Thyssen Málaga_Revista Contrastes

Independiente y creativa, Stern continuó en Buenos Aires la trayectoria profesional como fotógrafa y diseñadora que había iniciado en Alemania en los primeros treinta. Tras una exposición conjunta con Coppola a su llegada en 1935, que marcó un hito en el conservador panorama porteño, y algunos trabajos editoriales compartidos (como la cubierta del fotolibro Buenos Aires 1936, diseñada por Stern), Grete desarrolló una larga carrera en Argentina y se convirtió en referente de los ambientes culturales más avanzados. Después de su separación de Coppola en 1943, centró su trabajo en el retrato de amigos y expatriados políticos, en la fotografía de arquitecturas urbanas y de asuntos etnográficos, y en el fotomontaje, con el que dio forma a la serie Sueños, la parte hoy más reconocida de su interesante y audaz producción, y de la que aquí se exponen veinticinco imágenes.

Publicadas entre 1948 y 1951 en un medio ajeno al arte, la revista femenina Idilio, las más de cien imágenes compuestas por Stern acompañaron semanalmente las interpretaciones de los sueños de las lectoras en la sección «El psicoanálisis le ayudará», a las que la fotógrafa aportaba, con sus originales composiciones, una crítica perspicaz de la situación de la mujer en la Argentina peronista. «Infiltrados» en una publicación generalista, estos fotomontajes llevaron a un medio de comunicación de masas la fotografía de vanguardia que Horacio Coppola y Grete Stern habían reivindicado.

Y al mismo tiempo, bajo el disfraz de lo onírico y del juego visual, la creación de este universo de sueños inquietantes y agobiantes, compuesto con fotografías tomadas exprofeso o reutilizadas —suyas y de Coppola—, en combinaciones surrealistas y sorprendentes, permitió a Stern expresarse libremente como artista comprometida, revelando unas inquietudes feministas que fueron tan modernas como su fotografía.

Museo Carmen Thyssen Málaga
Plaza Carmen Thyssen, (Calle Compañía, 10), 29008 Málaga
De martes a domingo de 10.00 a 20.00 h
Lunes cerrado (excepto festivos)