El fotógrafo estadounidense William Klein, quien dejó su huella con imágenes de la moda y la vida urbana, falleció el sábado 10 en París a los 96 años, anunció su hijo Pierre Klein en un comunicado el lunes.

Considerado uno de los padres de la fotografía callejera, Klein logró una gran fama en la década de 1960 por sus atrevidas sesiones de moda en Vogue y por sus ensayos fotográficos tremendamente ingeniosos en ciudades como Nueva York, París, Tokio, Moscú y Roma.

Sus comienzos

Nacido en Nueva York en 1926, en una familia de judíos ortodoxos de origen humilde, Klein exploró los museos de arte de la ciudad cuando era adolescente y deseaba viajar a Europa. Se unió al ejército de los EE. UU. durante la Segunda Guerra Mundial, estuvo estacionado en Alemania y luego en Francia, donde se mudó permanentemente después de su servicio.

 Su primer impulso fue ser pintor: en 1948 Klein estaba estudiando pintura con Fernand Léger en la Sorbona de París. Pero pronto se pasó a la fotografía después de ganar su primera cámara en un juego de póquer.

En París estudió no sólo las enseñanzas de Léger, sino también a los maestros del Renacimiento, a Mondrian y a los arquitectos del siglo XX. “Disparaba sin apuntar, al buen tuntún, exageraba el grano, el contraste, ampliaba con desmesura y, en general, pasaba el proceso fotográfico por la batidora”, comentó de aquella época. Con sus “puntos de vista europeos e instinto nativo americano”, como decía, fotografió después Roma (1958), Moscú (1964) y Tokio (1964). Y se embarcó en múltiples trabajos en todos los registros.

Su trabajo, en su mayoría en blanco y negro, juega con sujetos descentrados y aumenta el contraste, con hombres jóvenes blandiendo armas a quemarropa o rostros ceñudos vistos en primer plano, a veces fuera de foco.

William Klein
William Klein
William Klein
William Klein

Gracias a su talento, a sus paseos casi como si fuera un cazador a la búsqueda de rostros, fue capaz de retratar a la gente entre la muchedumbre: en su fotografía había individuos y también aparecía la sociedad que retrataba. En su otra vertiente, la de fotógrafo de moda, empleó un lenguaje distinto e impactante, sacando a la calle a las maniquíes para que se mezclaran con la gente.

“Hoy la gente está muy acostumbrada a que les fotografíen en la calle. Sin embargo, cuando yo lo hacía, se sorprendían de que estuviera ahí y me pegara tanto a ellos. Las emociones me inspiraban. A la vez, iba planificando, tenía mis ideas, creaba en mi cabeza cómo iba a maquetarlo, a prepararlo todo, pensaba en un conjunto”.

Life Is Good & Good for You en Nueva York

Klein logró la fama mundial con su libro Life is Good and Good for You in New York: Trance Witness Rebels (1956), con fotos crudas y borrosas de energía y movimiento que mostraban poco interés en la composición tradicional. El libro fue una sensación en Francia pero se ganó el oprobio de la crítica y otros fotógrafos. “Simplemente no lo entendieron”, le dijo al Observer en 2012. “Pensaron que no debería haber sido publicado, que era vulgar y de alguna manera pecaba contra la gran tradición sagrada del libro de fotografía. Estaban molestos con seguridad”.

“Tenía la sensación en ese momento de que la ciudad de Nueva York explosionaba ante mí y que toda esa gente, ese movimiento, venía hacia mí. Al verlo podía utilizarlo para fotografiar porque me transmitía emociones, sentimientos. Para mí, todo son sentimientos”. 

Klein y el cine 

En 1965, Klein se dedicó al cine y finalmente dirigió 27 documentales cortos y largometrajes y filmó figuras como Muhammad Ali y Little Richard. Sus tres largometrajes: ¿Quién eres, Polly Magoo? (1966), Mister Freedom (1968) y The Model Couple (1977), satirizaban el mundo de la moda, la política y el consumismo.

Willian Klein: YES

El director Orson Welles declaró que la primera película de Klein, Broadway by Lights (1958), un documento de letreros luminosos en Times Square, era la primera película que realmente necesitaba ser en color. Más tarde, Klein filmó a Muhammad Ali para Cassius the Great (1964), reeditado con nuevas imágenes como Muhammad Ali, The Greatest en 1969. Fanático del tenis desde hace mucho tiempo, también dirigió The French (1982), un documental sobre el Abierto de Francia.

El fotógrafo de moda

También se especializó en moda, trabajando para la revista Vogue. De ahí el eclecticismo de su obra: desde cuadros abstractos de finales de los años cuarenta a su pasión por el cine: entre documentales, cortos y largos de ficción dirigió una veintena de filmes. Además, realizó 250 anuncios.

Willian Klein: YES

Las imágenes de William Klein se inspiraron en el sensacionalismo de los tabloides, anulando estilos establecidos en la fotografía callejera y de moda, incluso como uno de los primeros en representar modelos fuera de los fondos de estudio.

Foto de portada: William Klein con Lisette Model haciéndose una selfie análoga, Arles 1978. Foto: @Caio Goldin


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