«El fotoperiodismo en Argentina. De Siete Días Ilustrados (1965) a la agencia SIGLA (1975)». Un libro de Cora Gamarnik que reconstruye un capítulo ausente tanto en la historia de la fotografía como en la de los medios gráficos del país. 

Por Esteban Baga

“Una historia de la fotografía replegada sobre ella misma no tiene ningún sentido”. Esta frase de Ángelo Schwarz, el periodista e investigador italiano especializado en fotografía, sintetiza la intención de Cora Gamarnik en “El fotoperiodismo en Argentina. De Siete Días Ilustrados (1965) a la agencia SIGLA (1975)”. Este libro abarca un periodo fundamental y fundacional de la historia de la prensa gráfica en el país. 

En la presentación virtual de su libro, organizada por ArtexArte, Cora Gamarnik, doctora en Ciencias Sociales y licenciada en Comunicación dice: “Leía temas de la década del ‘60 que solo mostraban fotografías como ilustración, pero no las analizaban. Tampoco se preocupaban por reconstruir quiénes las habían sacado, de qué manera, por qué, en qué lugares habían circulado, cómo se habían publicado, cuál era el derrotero de esas imágenes. Sentía que ahí había un gran vacío donde se valorizaba la palabra y los discursos periodísticos, pero nunca la imagen”. 

Fotoperiodismo en Argentina

Principios del siglo XX

El libro comienza con los antecedentes de la década protagonista. Desde el despliegue visual inédito de Caras y Caretas, un precedente novedoso y pionero aún dentro del fotoperiodismo mundial, a los procedimientos ficcionales, fotografías de denuncia, puestas en escenas, reconstrucciones en estudio, fotos sorpresas o posadas, y demás recursos utilizados por el diario Crítica. La expansión de las agencias internacionales, las primeras transmisiones de fotografías por medio del teléfono a partir de la década del ‘30 y la influencia de dichos acontecimientos históricos en la dinámica de la profesión en nuestro país. Todos estos hechos son recorridos por la autora y nos brindan un marco fundamental para entender el proceso de cambio que se iniciaría en la década del 60.  

Si bien la experiencia de Caras y Caretas, a principios del siglo XX, fue contemporánea a lo que sucedía en el mundo, no fue hasta mediados de la década del ’60 que inició un verdadero proceso de modernización de la prensa gráfica en Argentina. En palabras de la autora: “Crear un staff estable de fotógrafos en Caras y Caretas a principios de siglo XX fue inédito en el mundo. Después hubo una falta de visión tanto de los diarios como de los editores, de apostar a la imagen como un aspecto central dentro del periodismo. Recién Cesare Civita […] como Francisco Vera, cuando se conocen, deciden poner todos los recursos posibles para desarrollar una revista en donde la imagen sea la protagonista. Y eso sucede recién a mediados de la década del ’60”.  

fotoperiodismo en Argentina
Revista Siete Días Ilustrados – Edición Extra Cordobazo
fotoperiodismo en Argentina
Osvaldo Dubini – Archivo Editorial Abril
Fotoperiodismo en Argentina
Miguel Angel Otero – 18 años así
Fotoperiodismo en Argentina
Isabel Peron -Fotógrafía de César Cichero. Fototeca ARGRA

Siete Días Ilustrados 

Fue en Siete Días Ilustrados donde se logró por primera vez con éxito trasladar el modelo estadounidense de Life a la Argentina y jerarquizar la labor del reportero gráfico. De la mano de Francisco Vera en Editorial Abril nace en Argentina la figura del editor fotográfico y pasa la fotografía a ocupar un lugar destacado. Surgen nuevos medios que rápidamente adoptan este modelo y se muestran dispuestos a invertir en equipos, viajes y sueldos. En palabras de la autora: “Periodistas y fotógrafos eran enviados en largas coberturas nacionales e internacionales para ´mostrar la realidad´ con ojos argentinos. La conmoción política mundial y los variados acontecimientos que se sucedían en todo el planeta llegaban como relato visual a un público ávido de información, fundamentalmente, a través de las fotografías que publicaban las revistas ilustradas.” 

La revalorización del trabajo del reportero gráfico es otro hecho para destacar en los sucesos de esa década. “Hasta ese momento, era un aprieta-botones, nada más -le dice el fotógrafo Eduardo Frías, que trabajó con Vera, a Gamarnik-. Le decían: ‘Haceme esto, aquello’, y el fotógrafo lo hacía”. El recambio generacional que se dio en las redacciones en esos tiempos, por un lado, y el reposicionamiento de una profesión que pasó en unos pocos años a ser un trabajo reconocido, deseado y respetado son los dos factores principales que dan lugar a este cambio. 

La prensa militante

La cuarta y última parte del libro, la fotografía como herramienta de lucha, nos traslada a la década del 70 y el rol de la fotografía en un contexto social y político convulsionado bajo el cual la prensa social y militante cobra protagonismo. Dice Gamarnik: “Desde el lado de la izquierda peronista empieza a haber un fuerte peso en la imagen porque quieren ampliar la base de sus lectores lo máximo posible y llegar muy rápidamente a los lectores populares. La experiencia laboral desborda los límites de la profesión del fotógrafo, ya no se trataba solo de ser un reportero gráfico sino un militante con cámara al servicio de una acción política y cultural”.

El regreso de Perón, la masacre de Ezeiza, la plaza medio vacía (o medio llena) del 1 de mayo de 1974 y el gobierno de Isabel Perón al que seguiría la trágica dictadura militar de 1976 son algunos de los sucesos que Cora Gamarnik recorre en su libro desde la arista del trabajo realizado por la prensa política. “Fue en dos de estos medios, vinculados a la izquierda peronista, donde se desarrollo una nueva forma de relacionar la fotografía de prensa con la lucha política. La revista El Descamisado y el diario Noticias se destacaron por una renovación gráfica y por el uso disruptivo de la fotografía de prensa […] La fotografía demostraba su utilidad para llevar a cabo operaciones discursivas con fuertes resonancias afectivas que buscaba la identificación de los lectores”. 

La clausura del diario Noticias en 1974 daría lugar a la creación de SIGLA, la primera agencia fotográfica de prensa en el país dirigida y conformada exclusivamente por fotógrafos, trasladaría modelos y formas de trabajo vinculadas a lo que denominamos “fotografía militante” a los medios masivos. 

El Descamisado – 18 años de lucha
El Descamisado N° 33
Fotoperiodismo en Argentina

Sobre el libro

El fotoperiodismo en Argentina. De Siete Días Ilustrados (1965) a la agencia SIGLA (1975)” forma parte de la colección Pretéritos Imperfectos, una flamante colección de libros teóricos sobre fotografía argentina dirigida por Francisco Medail e impulsada por ArtexArte, Fundación Alfonso y Luz Castillo. Una edición muy cuidada desde el diseño que se destaca por la gran cantidad de imágenes, tanto en color como en blanco y negro, que acompañan al texto.  El libro sobresale por su contenido riguroso, su fácil lectura y la sencillez de su abordaje en cuanto a su estructura. Un regalo para el fotoperiodismo argentino y su invaluable aporte a la prensa argentina. 

Sobre la autora

Fotoperiodismo en Argentina. Cora Gamarnik
Cora Gamarnik. Foto de Gianni Mesticheli.

Cora Gamarnik nació en Buenos Aires en septiembre de 1967. Es Doctora en Ciencias Sociales y Licenciada en Comunicación por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Es profesora titular de Didáctica de la Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), y docente de postgrado en la maestría en Historia Contemporánea de la Universidad Nacional de General Sarmiento y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Publicó artículos en libros y diversas revistas de investigación sobre la historia del fotoperiodismo en la Argentina y sobre los vínculos entre la imagen y la historia: “La fotografía como instrumento político” (2010) y La fotografía irónica durante la dictadura militar argentina: un arma contra el poder (2013), entre otros.