Annemarie Heinrich (1912-2005) es un emblema de la fotografía argentina del siglo XX. Frente a su cámara posaron grandes estrellas y celebridades como Eva Perón, Jorge Luis Borges, Astor Piazzolla, Marlene Dietrich y Pablo Neruda, entre otros.
Sus primeros años
Annemarie Heinrich nació en Darmstadt, Alemania, el 9 de enero de 1912 y llegó a la Argentina con sus padres y hermana en 1926. Esta maestra de la fotografía vivió primero en Larroque, Entre Ríos, donde tenía un tío que ganaba la vida como fotógrafo rural, y luego se mudaron a Villa Ballester. A Annemarie Heinrich le gustaba el arte, la decoración y la escenografía. Pero, una vez en la Argentina, sin hablar bien el idioma y sin la documentación habilitante para proseguir sus estudios, comenzó a trabajar en laboratorios y estudios de fotografía. Así conoció a Melita Lang y a Sivul Willenski, dos notables fotógrafos de entonces, que la ayudaron a perfeccionar su técnica fotográfica
Su propio estudio
A los 18 años decidió independizarse y abrir un estudio en Villa Ballester. De esa época cuentan que carente de recursos, armó con dos latas de kerosene sus primeros focos y con un tubo de metal brillante otro más chico para que funcionara como luz de efecto. Esas precarias herramientas le dieron a Annemarie Heinrich un amplio dominio de la técnica y la capacidad para innovar en iluminación y en retoques al negativo. Convertida en una experta en retoque, Annmarie Heinrich, que con los años llegaría a ser una maestra de la fotografía, llegó a confesar que había perdido la cuenta del número de mujeres gordas que retrató como flacas.
Retrato de celebridades
En 1933 Annemarie Heinrich comenzó a colaborar con varias revistas. Así inicio su carrera como retratista de grandes personajes del espectáculo y la cultura nacional e internacional. Entre ellos: Libertad Lamarque, Mirtha Legrand, Zully Moreno, Jorge Luis Borges, Pablo Neruda, Juan Carlos Castagnino, Rafael Alberti, Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, Astor Piazzolla, Aníbal Troilo, Eva Perón y Marlene Dietrich.
Eva Perón
En 1939 hizo las primeras fotografías de la entonces desconocida Eva Duarte, que en ese momento era una actriz de veinte años. Recordando esa sesión, Annemarie Heinrich dijo que la primera vez que la retrató fue para la revista Sintonía. Le habían pedido que le hiciera buenas fotos y un poco sexy si era posible, algo que no pudo hacer porque, según sus palabras: “Eva Duarte no era sexy, por el contrario, era una piba del interior, muy modesta y simple”.
Annemarie Heinrich decía en 1933 acerca del retrato:
«Una cara debe expresar todo lo que un ser humano tiene dentro de sí, y eso lleva tiempo. La belleza se aprende mirando. Trabajé toda mi vida mirando un cuerpo, una luz, un reflejo».
Los desnudos
Además del retrato, Annemarie Heinrich desarrolló durante toda su carrera el arte del desnudo. En 1991 se desató un pequeño escándalo cuando mostró, en la vidriera de su estudio de Callao y Las Heras, uno de la actriz Thilda Tamar. Un vecino la denunció por «exhibiciones obscenas e inmoralidad en la vía pública». Tiempo después, la Justicia cerró la causa y en su fallo hasta elogió a la artista.
El legado
En 1953 formó parte, junto a otros colegas profesionales, de «La Carpeta de los Diez», un hito en la fotografía nacional. Annemarie Heinrich, maestra de la fotografía, recibió muchos premios, entre ellos el Alicia Moreau de Justo a las Cien Mujeres Sobresalientes del siglo XX. Falleció en 2005 a los 93 años, en la ciudad de Buenos Aires, un 22 de septiembre, apenas concluía el día del fotógrafo.
